En los últimos años se han venido haciendo esfuerzos por parte del Gobierno para mejorar las condiciones laborales de los colombianos y asegurarles una protección en la vejez. Están la Reforma Tributaria, la formalización del empleo y la afiliación a fondos de pensión obligatoria, por nombrar tan solo algunos.
Y si bien se han visto algunos cambios, todavía hay fallas estructurales que, de no corregirse, afectarán el futuro de la vejez de millones de colombianos. Así lo dio a conocer Jorge Núñez, investigador de Fedesarrollo, durante el seminario “Informalidad Laboral, Equidad y Seguridad Social”, organizado por ANIF y Colfondos.
Desde los 0 años
La primera falla se refiere al sistema educativo, y comienza desde las primeras etapas de la vida, cuando se está en la etapa escolar. Si bien la cobertura en educación ha aumentado, las brechas entre quienes pueden acceder a una educación de calidad son muy grandes, y el promedio de años de educación está aun por debajo del mínimo, que se estima en 9 años. Por ejemplo, a nivel urbano la media está en 8,4 años, mientras que en el rural, está en 4,6.
¿Qué implicaciones tiene esto? La respuesta es sencilla y a la vez compleja: un mercado laboral segmentado, que según los cálculos de Núñez, se divide de la siguiente forma: 56% pertenece al grupo de trabajadores no calificados, que están excluidos del mercado de trabajo y no son atractivos para los empleadores. 33% son semi calificados, en su mayoría con formación técnica o tecnológica y están entre la formalidad y la informalidad. El 10% restante corresponde a los trabajadores calificados, que se entienden por persona que culminaron estudios universitarios y tienen posgrado. Estos últimos sí pueden acceder a un trabajo estable, seguridad social, posibilidades de ahorro y de pensionarse.
Costos laborales
Otro inconveniente que desestimula la generación de empleo y que afecta también a los empleadores son los sobrecostos que deben asumir por trabajador. Ñúñez estima que, por un trabajador que gane el salario mínimo y reciba todas las prestaciones que exige la ley (subsidio de transporte, pensiones, salud, riesgos profesionales y prima, entre otros). En total, el sobrecosto por empleado puede llegar a estar en el 76.50%, es decir más de un millón de pesos. Esto significa que, si el empleado no le representa una mayor ganancia al empleador, lo más racional es que decida no continuar su relación laboral con este.
Pensiones y seguridad para la vejez
La suma de estas dos fallas (falta de educación y mala calidad del trabajo), reviste un problema muy grave y es la falta de protección y garantías de los colombianos para la vejez. Según cálculos de la CEPAL en Colombia, para el 2007, 58,2% del total nacional de la población económicamente activa (entre zonas rurales y cabeceras) no está haciendo nada para asegurarse una estabilidad económica en la tercera edad. Esta situación es mucho más acentuada en las zonas rurales, donde el 70,3% no aporta ni ahorra para la vejez. Esta situación es preocupante, pero no es un problema exclusivo de Colombia. La situación pensional en países desarrollados es crítica y es la sumatoria de factores como el envejecimiento de la población, la falta de preparación para los trabajadores y la falta de oportunidades. Es necesario ver con ojos cerrados y analíticos todas las políticas del Gobierno, a fin de mejorar esta situación, y buscar alternativas para corregir el rumbo que se ha venido llevando. Al fin y al cabo todos, empresarios y empleados quieren un futuro mejor, y las decisiones que tome el gobierno los afectan por parte y parte.
Fuente: MisionPyme.com