«Esta reforma busca ser progresiva pero transfiriendo de la clase media a la clase pobre», Alejandro Torres

Mucho se ha hablado de la reciente propuesta de Reforma Tributaria del gobierno de Colombia para combatir el déficit que deja la pandemia y que nos coloca a las puertas de una calificación negativa por parte de las calificadoras de riesgo internacional. Sin embargo se han alzado muchas voces para controvertir sus propuestas centrales, debido al difícil momento que atraviesa el país en términos de desempleo y de contracción del consumo.

En REDEPYMES estuvimos hablando con el profesor de economía de la Universidad EAFIT Alejandro Torres, sobre los puntos centrales de lo que desde el gobierno central han bautizado como la Ley de Solidaridad Sostenible y que busca mantener los programas sociales como Ingreso Solidario a través de un aumento de las personas naturales que declaran renta y de la base gravable, es decir de los productos que deben liquidar el IVA.

Gremios empresariales, sindicatos, partidos políticos y academia han puesto sus cartas sobre la mesa para enunciar sus puntos de vista sobre esta nueva reforma tributaria del gobierno del presidente Iván Duque, que llega justo a un año de las próximas elecciones legislativas y presidenciales, lo que seguro marcará buena parte del respaldo que obtenga en su trámite por el Congreso de la República en donde, de momento, no parece contar con los votos suficientes para salir adelante.

Reforma tributaria en Colombia busca bajar costos laborales

La tributaria baja costos laborales

Si usted gana menos de 2 millones 300 mil pesos al mes no pagará el impuesto de renta. Esta es una de las apuestas del proyecto de reforma tributaria que presentó ayer el Gobierno para acabar con la inequidad en Colombia, el séptimo país más desigual del mundo, según el Banco Mundial.

En el país solo 1,1 millones de ciudadanos declaran renta, de un total de 4,6 millones que la pagan. Actualmente, 3,5 millones de personas cancelan tarifas efectivas de cerca de 6 por ciento, vía retenciones, mientras que los de mayores ingresos tienen tarifas efectivas de alrededor de 5 por ciento.

Esta situación cambiará. Con la reforma que entra a debate en el Congreso se implementará el Impuesto Mínimo Alternativo (Imán), el cual busca que a partir de los 2,3 millones de pesos de salario se pague una tarifa progresiva hasta 5 por ciento para los sueldos de 8 millones de pesos. Por encima de ese monto, se pagará una tarifa que escala hasta el 15 por ciento que se aplica desde los 25 millones de pesos mensuales.

A pesar de que sí se aumentan las tarifas, los contribuyentes podrán seguir gozando de los beneficios tributarios; sin embargo, algunos tendrán modificaciones, como en el de las cuentas de Ahorro y Fomento a la Construcción (AFC), que tendrán un tope de hasta 100 millones de pesos al año.

Sigue la tarifa del 33%
El otro objetivo clave de la reforma es la generación de empleo formal. Colombia tiene los costos laborales más altos de América Latina, lo que incentivo la informalidad, que según cálculos del ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas Santamaría , asciende al 66 por ciento.

El proyecto de reforma pretende reducir los aportes laborales del 29,5 al 16 por ciento . El Icbf, el Sena y la salud serán financiados mediante un tributo que se pondrá a las utilidades de las empresas.

La tarifa del impuesto de renta a personas jurídicas seguirá en 33 por ciento, pero se dividirá en dos: 25 por ciento va al impuesto ordinario, y un 8 por ciento corresponde al Impuesto para la Equidad (IE). Este tributo se reparte entre el Icbf (2,2 por ciento), el Sena (1,4), y aportes en salud (4,4).

Un empleador que contrate una persona que devengue menos de 6 millones de pesos mensuales, ya no tendrá que hacer aportes al Icbf, Sena y a la salud, sino que pagará un nuevo impuesto: el IE. Con cargo a él se cubrirá el costo de esas entidades.

De esta manera, la carga que hoy lleva la nómina pasa a ser un gravamen a las utilidades, permitiéndoles a los sectores intensivos en trabajo, crear más puestos formales. “Al reducir los impuestos a la nómina vamos a estimular a las empresas a contratar más mano de obra, a contratar empleo formal”, dijo.

Sin IVA a los restaurantes
Como ya dijo el Ministro, se reducirán de siete a tres las tarifas del IVA, el mayor impuesto al consumo que se recauda. La canasta familiar seguirá siendo exenta, es decir, con la tarifa del cero por ciento.

Los restaurantes serán otros de los beneficiados con la reforma. A todos se les elimina el IVA de 16 por ciento y se les crea un impuesto al consumo de 7 por ciento, con el fin de acabar con la evasión en este sector.

Los insumos de las cadenas productivas agropecuarias pasarán del 16 al 5 por ciento, para aliviar la carga de impuestos pagados que deban ser cobrados por la empresa y se le permite descontar su pago del impuesto de renta. Esto elimina la figura de devolución en efectivo y mejora el flujo de caja de las compañías.

Además se crea un impuesto al consumo de lujo para bienes que hoy se les cobra IVA del 20, 25 y 35 por ciento. Es decir que los vehículos, con tarifas actuales entre el 20 y el 35 por ciento, se reducen al 16 por ciento y se les crea el impuesto que cubre esa diferencia.

Por ejemplo, la telefonía celular seguirá con una tarifa del IVA equivalente al 20 por ciento: con un IVA del 16 por ciento y un impuesto al consumo que, según Cárdenas, no necesariamente será del 4 por ciento. “Este podría ser menor porque la base del impuesto al consumo no es el valor agregado, sino el valor total del servicio”, concluyó Cárdenas.

Fuente: Elcolombiano.com